domingo, 30 de mayo de 2010

I love your glasses

Hace cosa de un año, esta chica Lourdes Hernández nos visitaba bajo el seudónimo de Russian Red (color de su pintalabios favorito) sobre los escenarios del Festival Ciudad Emergente. Aquella tarde oscura de mediados de Junio y entre el frío campal de un viento atípicamente simpático, la voz de esta mujer era como un fueguito acogedor. Hoy y a estas bajas temperaturas, escucharla de nuevo despierta un poco de melancolía a quienes la viéramos aquella vez, así como la encantadora sensación de calidez e intimidad que transmite desde su música. I love your glasses (2008) es su primer y por ahora único disco, de gran repercusión entre la crítica y el público, habiendo vendido más de 30.000 unidades y sido bautizado “revelación del año” por la crítica especializada. Aquí una bocanada de su invierno.

RUSSIAN RED, CIGARRETS from lamusica es on Vimeo.



jueves, 27 de mayo de 2010

Jamal Vrno

Con aparentemente solo fibras de colores, este artista anónimo oriundo de Michigan, del que desconocemos casi todo, crea/arma/dibuja/inventa unas cositas maravillosas que pueden revisar en su cuenta de flickr. En un día nublado y gris como el de hoy, bien nos viene un poco de su color.
Si quieren saber un poco más, pueden revisar:

http://www.westervin.com/blog/2010/01/28/yayza-jamal-vrno/
http://zindoygafuri.blogspot.com/2008/02/jamal-vrno.html
http://www.wearesuperfamous.com/tag/jamal-vrno/



miércoles, 26 de mayo de 2010

We Were Dead Before The Ship Even Sank

Con lo que parecía consumarse como el fichaje del año, en la tarde del 4 de abril de 2006, Johnny Marr, el ex-guitarrista de The Smiths, que había sabido ser la contracara de una generación entera hacia los años ochenta, se convertía ahora oficialmente en el nuevo miembro de la americana Modest Mouse. Isaac Brock, ese gordito atolondrado que tiene más cara de borrachón de Super Bowl que de cantante de una banda de rock, le anunciaba a Pitchfork Media, que el músico inglés había estado involucrado en la escritura de algunas de las canciones del nuevo disco (al que definía como un “retozo de carnaval náutico de balalaicas”) y que saldría de gira con ellos a respaldar las nuevas composiciones. Marr decía al respecto: nos caímos bárbaro desde el principio y escribimos tres canciones de un solo tirón. Algo hizo click en nosotros: de pronto estábamos allí tocando y se sentía bien. We Were Dead Before The Ship Even Sank vio finalmente la luz hacia marzo del año siguiente, llegando a vender más de medio millón de copias en los Estados Unidos. A juzgar por el sonido, suena muy bien. Lleva encima la producción ejemplar de Dennis Herring (The Hives, Elvis Costello), que se mantiene intacta a lo largo de todo el disco. Por partes bailable (Dashboard, We've Got Everything), por partes macabro (March Into The Sea, Spitting Venom), hoy es un día para escuchar We Were Dead, porque lleva en sus melodías la simpática frescura de un día otoñal que no busca ser otra cosa, la elevada prosa de un Brock en la mejor de sus épocas (Little Motel se postula como la más dulce canción de amor jamás escrita), las guitarras encendidas de un Marr que sigue dando de qué hablar y la química de un grupo que en los medianos treintas sabe que la está pasando bien en serio. Cuando la gente escuche el disco, van a ver porqué es que nos la pasamos tan bien, somos muy buenos todos juntos, dice Marr. Y el tipo parece saber de lo que está hablando.